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  • Writer's pictureA Rinconvenient Truth

#HurricaneReady: Las marejadas ciclónicas a menudo son la mayor amenaza a la vida humana


Si alguna vez ha vivido un huracán como la mayoría de los rincoeños lo hizo en 2017, sabe que los fuertes vientos pueden volar ventanas y puertas, derribar árboles y postes de luz, e incluso arrancar casas de madera enteras y enviarlas volando carretera abajo, pedazo por pedazo.


Pero las marejadas ciclónicas son a menudo la mayor amenaza a la vida humana y a la propiedad, ya que representan cerca de la mitad de las muertes asociadas con los ciclones tropicales en Estados Unidos, según un informe del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), y todo comienza con los vientos huracanados.


Este aumento anormal del nivel del mar, explica el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se genera cuando una tormenta sopla sobre la superficie del océano, produciendo una circulación vertical en sus aguas. En mar abierto hay suficiente espacio para que las aguas superficiales circulen libremente de arriba a abajo, pero una vez que el ojo de la tormenta llega a la costa, donde el fondo del océano está más cerca de la superficie, el agua circulante no tiene más remedio que desplazarse hacia la costa.


Daños causados por el Huracán Ike en la Península de Bolívar, Texas en septiembre de 2008 (NOAA)

Las marejadas ciclónicas pueden azotar rápidamente a las comunidades costeras. De hecho, durante el huracán Ike en septiembre de 2008, una marejada de este tipo se desplazó casi 30 millas tierra adentro en algunas partes del sureste de Texas y el suroeste de Louisiana.


En Puerto Rico, la parte noreste de la isla es la más vulnerable a las marejadas ciclónicas, que podrían elevarse por encima de los nueve pies de agua durante un huracán de categoría 5. Existen otras bolsillos de peligro en Arecibo y Vega Baja al norte, Humacao al sureste, Santa Isabel y Ponce al sur, y Cabo Rojo al suroeste, según indica el mapa nacional de peligro de tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).


En Rincón, el peor escenario sugiere que los vecinos de los barrios Calvache, Ensenada y Puntas podrían experimentar casi tres pies de marejada ciclónica por su proximidad a la costa, así como la gente más cercana a la desembocadura del Río Grande de Añasco en el Barrio Río Grande.


Gráfico que muestra el aumento medio del nivel del mar debido a la marea ciclónica, la fuerza combinada de la marejada ciclónica y la marea alta astronómica (NOAA)

Pero la marejada ciclónica solo representa una parte del aumento total del nivel de las aguas costeras durante una tormenta. La marea astronómica, que sabemos que es causada por la atracción gravitatoria de la luna y el sol, y hemos aprendido a modelar y pronosticar, se combina con la marejada para producir la marea ciclónica.


Además, cuando las olas rompen continuamente a lo largo de la costa y no se permite que las agua retrocedan hacia el mar debido a los fuertes vientos costeros, estas añaden al impacto de la marea ciclónica. Y como es común antes de un huracán, las fuertes lluvias pueden causar que los ríos se desborden, inundando las comunidades cercanas y amplificando el impacto de la marea cerca de las desembocaduras de los ríos.


Cuando llega a tierra, este gran volumen de agua se convierte en un gran riesgo de inundación repentina. Puede apoderarse rápidamente de las viviendas terreras, arrastrar a la gente y transportar todo tipo de escombros, incluyendo vehículos, como lo explica este video de The Weather Channel.



El director de la Oficina Municipal de Manejo de Emergencias (OMME) en Rincón, Héctor Martínez, destacó que los que viven en Stella o cerca de Ventana al Mar fueron los más vulnerables a este tipo de inundaciones repentinas durante el huracán María en septiembre 2017. Los vecinos de estas comunidades, dijo Martínez, deberían estar listos para evacuar sus hogares si las autoridades locales les aconsejan hacerlo.


"Cuando los oficiales digan que es hora de evacuar, ¡hágalo! No sea víctima de las marejadas ciclónicas", advierte el NHC.


Mientras tanto, los rincoeños que viven en terrenos más altos deben permanecer alerta y preparados en caso de que la marea ciclónica se extienda tierra adentro como ocurrió en Texas o Louisiana durante el huracán Ike. Pero, ¿cómo debe uno prepararse para la marejada ciclónica?


Casas inundadas por la marea de tormenta en Cabo Rojo durante el huracán María en septiembre de 2017 (FEMA)

Antes de que llegue la tormenta, considere si necesita un seguro contra inundaciones


Si usted vive en una comunidad propensa a las inundaciones, lo más probable es que ya haya experimentado una en el 2017, cuando el huracán María azotó la isla. De otro modo, haga clic aqui y encuentre su comunidad para descubrirlo. Si vive en laz zonas VE o AE, está en peligro de inundación, mucho más que los que habitan en la zona X. En este video corto, FEMA explica las zonas de inundación.



La solución más contundente a este problema es mudarse a un lugar más alto, pero no siempre es la más fácil. La alternativa es asegurarse de que usted tenga los medios para reconstruir su vida después de la inundación en su vecindario.


Según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), "sólo una pulgada de agua puede causar $25,000 en daños a su casa". Aunque es la reclamación de seguro más común después de un huracán o tormenta tropical, el seguro de propietarios o inquilinos no suele cubrir los daños causados por inundaciones.

Alrededor del 80 por ciento de las inundaciones ocurren en zonas de alto riesgo, por lo que FEMA aconseja a las personas que viven en estas áreas que consideren seriamente la posibilidad de obtener un seguro contra inundaciones a través del Programa Nacional de Seguro contra Inundaciones (NFIP). Sin embargo, el otro 20 por ciento de las inundaciones ocurre donde menos se espera, por lo que nadie está eximido de daños por inundación.


El NFIP cubre los cimientos del edificio, el sistema de anclaje y las escaleras, los sistemas eléctricos y de plomería, las neveras, las cocinas y los electrodomésticos empotrados, como los lavaplatos, entre otros.


También cubre pertenencias personales tales como ropa, muebles y equipos electrónicos, acondicionadores de aire portátiles y de ventana, hornos microondas, lavadoras y secadoras de ropa, ilustraciones originales y pieles (hasta $2,500), congeladores de alimentos y los alimentos que contienen.


Este programa no cubre daños causados por humedad o moho que pudieron haber sido evitados por el dueño de la propiedad o que no sean atribuibles a la inundación, daños causados por el movimiento de tierra, incluso si son causados por una inundación, viviendas temporeras mientras el edificio es reparado o no puede ser ocupado, piscinas, jacuzzis, verjas, patios o terrazas, pérdidas financieras causadas por la interrupción de la actividad comercial, certificados de acciones, o la mayoría de los vehículos.


Al calcular los costos de su seguro contra inundaciones, el PNIF considera el año de construcción del edificio, su ocupación, el número de pisos, la ubicación de su contenido y el riesgo de inundación, entre otros factores. Para obtener más información sobre la Política de Riesgo Preferido para Propietarios y Arrendatarios, haga clic aquí.


Saque copias de los documentos críticos y protéjalos


Imagine que el viento voló una de sus ventanas y la lluvia cayó durante minutos o incluso horas antes de que usted pudiera tapar el agujero. Cuando lo logró, se dio cuenta que todos los documentos importantes almacenados en el cajón superior del escritorio junto al agujero donde solía estar la ventana ahora están empapados y ilegibles, incluyendo su póliza de seguro contra inundaciones.


Aunque es posible obtener copias digitales una vez que se restablezca la energía y la conectividad a Internet, esto podría tardar meses, augurando fracaso al momento de reclamarle al seguro.


En cambio, antes de que llegue la tormenta, puede sacar copias de los documentos más importantes, colocarlos en una bolsa plástica hermética (las bolsas de comida selladas al vacío también funcionan) y guardarlos en diferentes lugares de la casa. Si una inundación es inminente, usted debe tomar los documentos originales y mantenerlos con usted en todo momento, ya que serán indispensables al momento de reconstruir su vida luego del huracán.


Si necesita ayuda para localizar estos documentos, aquí tiene una lista de cotejo.


Documente las condiciones de su propiedad antes de la tormenta


Tome fotos. No necesitan ser fotos de alta calidad, solo recientes. Salga y tome fotos de todos los lados de su casa, incluyendo su techo, mostrando claramente todas sus características (paredes, ventanas, puertas, portones, escalones, escaleras, tejas, etc.).


Luego, haga lo mismo con el interior de su casa o apartamento. Tome fotos de todos los electrodomésticos de la cocina y la lavandería, muebles, aparatos electrónicos, arte y todas las habitaciones.


Anote la fecha en que tomó cada fotografía y algunos comentarios sobre lo que se muestra en cada una. También, anote el año, marca, modelo de cada aparato electrodoméstico y dispositivo electrónico.


Digitalice este documento y guárdelo, junto con las fotos, en tantas ubicaciones como sea posible (su ordenador, un disco duro portátil, una unidad USB, en su teléfono o en la nube). Esto constituirá el inventario de su casa y le será útil cuando reclamo al seguro de inundaciones.


Imprima una copia de su inventario y guárdela con el resto de sus documentos importantes. No olvide actualizarlo cada vez que compre nuevos artículos o reemplace los antiguos.


Gráfico que muestra el poder de las marejadas ciclónicas una vez que llegan a tierra (NOAA)

En caso de que la inundación lo tome por sorpresa, huya a terreno elevado


Si los funcionarios públicos le piden que evacúe, pero por cualquier razón usted decide no hacerlo, corre el riesgo de ahogarse cuando la marejada ciclónica llegue tierra adentro. Entonces, nadie podrá comunicarse con usted en horas, incluso días, así que tendrá que sobrevivir por su cuenta.


En ese caso, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) le aconseja que llegue a un terreno más alto inmediatamente y, sobre todo, que evite las inundaciones. El NWS reporta que solo se necesitan seis pulgadas de agua en movimiento para derribar a una persona, 12 para hacer flotar un auto o una camioneta pequeña, y 18 para arrastrar vehículos más grandes.


El agua también puede ser más profunda de lo que parece, por lo que no debe conducir por carreteras inundadas, que también podrían ocultar peligros como objetos punzantes y cables eléctricos. Asimismo, manténgase alejado de los puentes desbordados o a punto de estarlo.


Recuerde que cuando usted no vela por su vida en estos momentos críticos, también pone en riesgo las vidas de los rescatistas.


 

Esta noticia es parte de la serie #HurricaneReady de A Rinconvenient Truth. Si desea obtener más información sobre cómo prepararse para la temporada de huracanes 2019, que comienza oficialmente el sábado 1 de junio, consulte otras historias de la serie haciendo clic aquí.

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